No hace mucho viajé a Argentina, país con fama por la excelencia de sus carnes, el cuero y el tango; conocida por el acento y el tan espontáneo ego que los Argentinos no malgastan, algunos teniendo razón de tenerlo :$
Lo difícil esta vez, es que mi madre se puso a buscar pasajes en octubre! a esa fecha es muy difícil, por suerte los consiguió, pero haciendo conexión en Lima-Perú. Esperando el tan ansioso día.. llegó!
Una fecha algo atravesada (24-dic) 12pm estaba en la peluquería, salí, empezó a llover y solo tenía 1hora para llegar al aeropuerto (algo imposible un 24-dic a las 3 de la tarde con derrumbe en la vía), me angustié mucho, creí que no llegaría, pero adivinen, llegué y con algo de tiempo por suerte, me puse en el Twitter por el móvil, twiteando casi que cuando iba al baño, hasta que anunciaron el abordaje. Me emocione! (si algo me encanta, es un avión) , 7:30pm en punto abordé y como niña pequeña, me puse a revisar todo mi asiento, la pantalla, los controles, hasta la cobija y la almohada. "Abróchense los cinturones" anunciaron, y mi corazón empezó a exaltarse, agarré mi cámara lo más rápido que pude y empecé a filmar el despegue (la parte más riesgosa de un viaje, pero a la vez, lo más emocionante para mí) al ya estar en el aire, me relajé, me coloqué los audífonos y coloqué música. Al revisar el playlist me di cuenta que estaba Selena Gómez (me encanta!) no lo dudé ni un segundo, después revisé la lista de juegos y así anduve todo el vuelo. Fueron aproximadamente 3h y media de vuelo, y a mitad de éste, llegaron con el prospecto de cena (un sandwich!) y yo con el hambre que tenía, lo que hizo fue abrirme el apetito. Cuando anunciaron que habíamos llegado a Lima, volví a sacar la cámara y tomé fotos, aterrizamos y al ver aquel aeropuerto quedé sorprendida, no esperaba algo tan moderno en ese país (sin ofender). Eran las 11:30pm hora local en Lima, casi Noche Buena, era divertido pensarlo, no era algo normal. El vuelo hacia Buenos Aires partía a las 12:40am y abordábamos a las 12:10am, tenía 40min para recorrer el lugar, así que caminé, tomé fotos, entré al baño (confieso que no puedo llegar a un lugar nuevo sin ir al baño, es una manía) y faltaban alrededor de 15min mínimo para abordar así que fui con mi mamá a un localcito llamado “Go” donde compramos la cena de navidad (una bolsita de Lay’s de papa amarilla con un toque picante, chicha morada, y una manzana verde), admito que la chicha al principio me daba cosita, pero al probarla, era deliciosa!.
Por fin llamaron para abordar (Gate 24), me monté en el avión y partimos, ya estaba tan cansada que lo que hice fue, que después de asegurarme que estábamos en al aire, recliné el asiento, me arropé y quedé dormida al instante (no fué difícil si sabes que son 4h y media de vuelo y además de noche donde los que vuelan contigo son personas que tienen en mente lo mismo) y como los que volaban no eran muchos, la mayoría se repartió por todo el avión, ocupaban hasta 3 asientos para dormir como Dios manda, yo solo tomé 2, puesto que los de 3 estaban todos ocupados. Al rato, cuando me doy cuenta, despierto con la cara de la azafata a menos de 1m de mí, ofreciendo la comida, pelé los ojos como huevo frito! Pero al traducirme mi mamá, que estaba en los asientos de atrás que me estaban ofreciendo comida, no balbuceé y dije enseguida que sí, tenía el hambre del mundo!. En ese momento vi el cielo, destapé el papel aluminio y vi pollo con champiñones y arroz con choclo (maíz), me lo comí en menos de 5min, todo estaba caliente y yo con aquel frio, sentía como bajaba la comida poco a poco. Fue lo mejor de todo el día en definitiva, jajajaja! Terminé de comer y seguí durmiendo hasta que amaneció. Al rato anunciaron que habíamos llegado a Buenos Aires, aterrizamos y hacía un calor horrible, pero apenas comenzaba la mañana.
El siguiente vuelo hacia Iguazú era a las 4:30pm y apenas eran las 9:15am, tenía aproximadamente 6h, y no pensábamos pasarlas en el aeropuerto, que por cierto había que ir al otro lado de la cuidad para el aeropuerto de vuelos nacionales. Dejamos las maletas con una empresa que tenía guarda equipajes y salimos a recorrer el sector cercano. Llegamos a Puerto Madero, donde se halla lo que antes era utilizado como muelle de la ciudad, allí hay una Fragata muy antigua, el Puente de la Mujer y un paseo lleno de restaurantes de todas los gustos, precios y un gran punto turístico. Tomamos fotos y al ver que ya se nos hacía algo tarde para regresar a donde dejamos las maletas, nos deleitamos con un helado y caminamos de vuelta, ya era la 1:15pm y el sol estaba horrible, hasta tuvimos que sacar los paraguas para cubrirnos, pero con todo y eso era insoportable, hasta que al fin llegamos a la central para recoger el equipaje y tomar un bus que nos llevara hasta el aeropuerto de vuelos nacionales (Aeroparque). Llegamos, hicimos el Check-In y caminamos hasta el (Gate 9) donde esperamos para abordar a las 4:35pm, por fin nos montamos en el avión, y partimos con rumbo a Iguazú. En el camino de nuevo nos ofrecieron Sándwich pero ya que.. ya me había acostumbrado. Cuando anunciaron la llegada, saqué la cámara y grabé el aterrizaje (lo cual me encanta). Al principio me pareció pequeño el aeropuerto, pero después me puse a analizar y no es que ese aeropuerto tuviera mucho movimiento, por lo que veía solo llegaban 4 vuelos al día, así que no necesitaba ser tan grande como los de las ciudades principales que son enormes! Tomamos un transfer que nos llevo hasta el Hotel ubicado en el pueblo de Puerto Iguazú en la provincia de Misiones. El hotel, llamado Petit Si Mi Capitán, su nombre sonará tal vez cómico, pero la verdad es todo un encanto, por ahora son tan solo 4 cabañas lo que lo hace especial ya que no tienen tantas personas que atender, limpiar, servir; y es eso, lo que permite un mejor trato con los huéspedes. Nos tocó la cabaña 2, cuando entré quedé sorprendida, era perfecta para la zona donde nos hallábamos. Todo era de madera, se notaba el esfuerzo que le habían puesto y cada detalle hablaba de ellos. Enseguida nos entregaron la llave, lo primero que hice fue prender el aire acondicionado, porque tenía un calor terrible, necesitaba que refrescara un poco porque mi mama quería aprovechar lo que quedaba de la tarde (ya que eran apenas las 6pm) para salir a conocer los alrededores y comprar las cosas que nos faltaran, así que me cambié de franela y salimos. La verdad todo era muy tranquilo, la gente estaba afuera de sus casas jugando dominó, asoleándose, tomando Mate (una bebida a base de una hierba que no supe al final a que sabía, pero todos, TODOS! la tomaban por doquier). Entramos a una farmacia a comprar un cepillo para el cabello (puesto que se me quedó encima de mi cama en Caracas, Ups!) y al terminar creímos que los relojes estaban mal, puesto que decía que eran las 7:30pm y hacia una pepa de sol! Y al verificar, ¡si! eran las 7:30pm y aún no había rastro de la luna y menos de las estrellas, quedamos sorprendidas, así que aprovechamos lo que quedaba de luz del sol y buscamos algo que cenar, pero que se pudiera pedir para llevar para poder comer en la habitación porque de verdad estábamos muy cansadas. Conseguimos una pizzería que era lo más rápido a simple vista, pero estuvimos como 30min esperando a que estuviera lista y pues anocheció, al salir nos dimos cuenta de que de verdad la zona era turística! Un montón de gente en chanclas y bermudas tomando cerveza, hablando en todos los idiomas existentes (inglés, alemán, portugués, francés, ruso, mandarín, de todo! ) caminamos hacia el hotel, comimos, nos bañamos y nos acostamos a dormir, enseguida toqué el colchón sentí que estaba en la nubes! Jajajaja!
